Eres la
vida misma,
con su
fuerza y su entereza.
El
ejemplo para aquellas
que se
dejan vencer sin luchar.
Y
aquellas que no pudieron VENCER.
Hoy
abandonas al recuerdo
los días
difíciles,
porque
has superado
-vestida
de rosa-
una
prueba DIVINA.
¿Sabes?
Tu rostro
dibuja la sutil sonrisa
de una
niña buena que vive su día,
y
piensas confiada
en ese
mañana de amor y de paz.
Tus ojos
titilan con sed de esperanza
y a pesar
de todo y todo infortunio
en tu
corazón anidas “LA MIEL DE LA VIDA”
Llegas a
mí,
con el
resplandor claro de una alborada.
Y la
irradiación, que alumbra tu alma
son gotas
de ámbar en hojas de auras.
Y es
fresco el cauce del río
donde
cristalino y serpenteante baña,
cada
oculto pozo
y cada
recodo de nuestra existencia.
¡Bendita
tú seas, amiga sincera!
TU EMPEÑO
ES EL FRUTO
EN GRACIA
DE DIOS.
autor: David Varela. derecho reservado.
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