domingo, 30 de septiembre de 2012

Deja que te adore con locura



Si soy el juglar de tus montes,
entonces
déjame hacer nido en sus ramas.
O si soy un ángel guardián,
deja a mis alas descansar
entre tus brazos.
Y si no soy, ni uno ni otro,
simplemente
¡Déjame admirarte triste y lejano!

Sé que en mí ves,
a un loco inerte,
un bohemio anegado en su savia,
un indefenso luchador de lo perdido…
Me ves como el Rey
de los inocentes fracasados,
como un agreste y frío enamorado
dibujando del payaso,
las melodías torpes de sus risas.

Detrás de mis versos está escondido
un hombre que jamás has conocido…
Que ilumina amores principescos
con líricas baladas,
pero su corazón llora en soledad
¡tantas lágrimas amargas!

Si soy la gota del rocío en las mañanas,
déjame humedecer tus pétalos
en la primavera del alma,
o si soy tu sol alumbrando la alborada
déjame despertarte
 con mi luz cálida y pura.
Pero si no soy ni uno ni lo otro
entonces simplemente,
deja que te adore con locura.


autor: David Varela: derecho reservado:

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